En los sistemas hidráulicos, el control estricto de la temperatura del aceite es uno de los factores clave para mantener la estabilidad del sistema y extender la vida útil del equipo. Cuando la temperatura del aceite excede el rango máximo permitido establecido por el válvula a prueba de explosiones (80°C o 176°F), desencadenará una serie de reacciones en cadena que no solo afectarán el rendimiento inmediato del sistema, sino que también pueden tener un profundo impacto en el funcionamiento y la seguridad a largo plazo. . A medida que aumenta la temperatura del aceite, la viscosidad del aceite hidráulico disminuye significativamente. Esto conduce directamente a una reducción del espesor de la película de aceite, reduciendo así el efecto de lubricación y aumentando el contacto directo y el desgaste entre las piezas metálicas. Al mismo tiempo, la reducción de la viscosidad también aumentará la fluidez del aceite, lo que facilitará que el aceite se escape del sello, lo que provocará una caída en la presión del sistema y una reducción de la eficiencia. En ambientes de alta temperatura, los aditivos antioxidantes del aceite hidráulico perderán rápidamente su eficacia y el aceite comenzará a acelerar la oxidación. Esto crea óxidos y ácidos dañinos que dañan aún más el aceite y los componentes del sistema. Al mismo tiempo, los óxidos también pueden formar depósitos y obstruir componentes de precisión del sistema, como filtros, válvulas, etc.
Las altas temperaturas pueden causar expansión térmica de los componentes metálicos dentro del sistema, lo que puede cambiar las posiciones relativas de componentes de diferentes materiales o estructuras. Este cambio puede hacer que los espacios entre los componentes sean demasiado grandes o demasiado pequeños, afectando el sellado y la funcionalidad del sistema. Para componentes mecánicos de precisión, pequeños cambios dimensionales pueden provocar fallas. Las altas temperaturas acelerarán el proceso de envejecimiento de los componentes elásticos como las juntas de goma y las mangueras. El caucho envejecido perderá elasticidad, se volverá duro y quebradizo y no podrá mantener su rendimiento de sellado original. Esto puede provocar problemas como fugas de aceite y caídas de presión y, en casos graves, incluso puede provocar accidentes de seguridad.
Pueden ocurrir fluctuaciones en el flujo y la presión en los sistemas hidráulicos debido a una caída en la viscosidad del aceite y a la deformación térmica de los componentes causada por el aumento de la temperatura del aceite. Esta fluctuación afectará la estabilidad y la precisión del control del sistema y reducirá la calidad del procesamiento y la eficiencia de producción del equipo. Cuando la temperatura del aceite continúa aumentando, el sistema puede entrar en un estado de sobrecalentamiento. Esto no sólo exacerbará todos los problemas anteriores, sino que también puede provocar que el aceite se vaporice y forme burbujas, lo que provocará cavitación y dañará aún más los componentes del sistema.
A altas temperaturas, el riesgo de incendio aumenta considerablemente si hay sustancias inflamables (como ciertos tipos de fluido hidráulico) dentro del sistema. Además, las altas temperaturas pueden degradar el rendimiento del aislamiento de los componentes eléctricos (como sensores, controladores, etc.), aumentando el riesgo de fallos eléctricos y cortocircuitos. El sobrecalentamiento del sistema o las fugas de aceite pueden provocar quemaduras, intoxicaciones y otros accidentes de seguridad. El aceite también puede causar lesiones químicas graves si salpica los ojos o la piel.
Debido al deterioro del aceite y al daño de los componentes causado por una temperatura excesiva del aceite, se requiere un reemplazo frecuente del aceite y reparación y reemplazo de los componentes dañados. Esto aumentará significativamente los costos operativos del sistema hidráulico. Es posible que sea necesario apagar el equipo hidráulico para reparar el sistema o reemplazar componentes. Esto provocará interrupciones en la producción y retrasos en los pedidos, lo que aumentará aún más las pérdidas económicas de las empresas.
Por lo tanto, cuando se utiliza un sistema hidráulico, la temperatura del aceite debe controlarse estrictamente dentro del rango permitido y se deben tomar medidas efectivas de enfriamiento y disipación de calor para evitar que la temperatura del aceite sea demasiado alta. Al mismo tiempo, varios componentes dentro del sistema deben inspeccionarse y mantenerse periódicamente para garantizar que estén en buen estado de funcionamiento para hacer frente a los diversos desafíos que puedan surgir.